Adorable serie de fotos muestra el vínculo entre los niños pequeños y sus perros grandes

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Los perros, sin importar el tamaño y la raza, siempre vienen con un gran corazón listo para amar incondicionalmente a los humanos en su vida. Dicho esto, no debería haber razón para temer a los perros grandes. Las siguientes imágenes de niños pasando el mejor momento de sus vidas con perros definitivamente más grandes que ellos, demostrarán cómo las razas más grandes pueden ser gigantes increíblemente gentiles. Las fotos a continuación son todas parte del libro lanzado por el fotógrafo Andy Seliverstoff, titulado ‘Little Kids and Their Big Dogs’. Cuenta con 100 imágenes fascinantes de niños jugando con perros grandes como el gran danés, el terranova, el perro lobo irlandés, el san bernardo, el leonberger y más. Durante años, Seliverstoff ha estado trabajando con perros y ha disfrutado cada momento. Este año incluyó entre sus proyectos un Calendario 2019, disponible en su sitio web. Eche un vistazo a la adorable serie de fotos de Seliverstoff que muestra el vínculo entre los niños pequeños y sus perros grandes desplazándose hacia abajo. No olvides echar un vistazo a su Facebook, Instagram y 500px para ver más de su trabajo.

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Amistad gigante: Capturada en una colección de entrañables fotografías, la conexión inquebrantable entre los niños pequeños y sus imponentes compañeros caninos de 160 libras se erige como un testimonio conmovedor del encanto de la amistad.

En estas instantáneas conmovedoras, uno no puede evitar sentirse conmovido por la profunda relación que se desarrolla entre estos jóvenes inocentes y sus colosales amigos de cuatro patas. A pesar de la sorprendente diferencia de tamaño, los ojos de los niños brillan con confianza y afecto mientras interactúan con sus amigos peludos. Los gentiles gigantes, con sus enormes patas y cálidas expresiones, emanan una sensación de protección y camaradería que trasciende la mera compañía.

Estas imágenes son un recordatorio de que la amistad no conoce fronteras. La risa compartida entre un niño y su peludo confidente de gran tamaño resuena con una alegría pura y sin filtrar que calienta el alma. Es un espectáculo que reaviva nuestra creencia en las conexiones genuinas e incondicionales que pueden florecer entre seres de especies dispares.

Mientras contemplamos estas instantáneas congeladas en el tiempo, recordamos que la magia de la amistad radica en su capacidad para unir almas inverosímiles. La confianza mutua, las aventuras compartidas y la presencia reconfortante que estos niños encuentran en sus imponentes compañeros iluminan la profundidad de su vínculo. Es una amistad que no solo enriquece sus vidas, sino que también nos inspira a todos a abrazar las extraordinarias conexiones que pueden surgir cuando abrimos nuestros corazones sin juzgar.

En un mundo a menudo consumido por las diferencias, estas imágenes sirven como un conmovedor recordatorio de que los lazos que compartimos con nuestros amados amigos, independientemente de su tamaño o forma, tienen el poder de trascender lo ordinario y crear algo verdaderamente extraordinario.

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